lunes, 1 de junio de 2015

Mentor Gramatical

Mi insignia número seis de PDP me fue dada luego de meditar y trabajar sobre la enseñanza de la gramática. El módulo en custión se llamó: Tareas gramaticales: reflexión y prácticas en un enfoque comunicativo experiencial.  Fue interesante los cuestionamientos qué se nos plantearon y las respuestas  e intercambios con profes  de mayor y menor experiencia. Algunas de las preguntas fueron: ¿cuánta gramática y qué gramática debemos enseñar? ¿cuándo conviene introducirla y cómo? ¿qué hacemos con los errores gramaticales de los alumnos? 
Quedó claro que las respuestas serían relativas dependiendo de muchos aspectos, en primer lugar, hay que tener en cuenta el nivel que se enseña, en qué etapa  están, además qué estructura se enseña y qué grado de complejidad tiene y las características del grupo e incluso de cada aprendiente, porque dependiendo de su aptitud lingüística pudiera darse de forma más o menos explísita.
Yo tengo muy claro desde mi experiencia que exponerlos a muestras de lengua orales y escritas no es suficiente para la mayoría de los aprendientes, aunque he sido profesora de árabes y tiene mucha insidencia el hecho de que  sus estructaras gramaticales difieren en mucho del español (demostrado en mis errores frecuentes al tener fosificadas las estructuras del español) Tal vez en aprendientes nativos de otras lenguas mas cercanas, sería suficiente para muchos contenidos,  exponerlos a la lengua meta  y enfocarlos en la comunicación  evitando el aprendizaje de reglas explícitas,  si las pueden inferir y razonar sobre todo si su lengua madre es una de la misma raiz románica que la nuestra. Pero en caso de lenguas muy distantes o en estudiantes con determinadas características y deficiencias en el aprendizaje por sus aptitudes lingüísticas o tipo de inteligencia, veo tal y como nos dijeron los expertos que es muy necesaria una gramática explícitas, con reglas  lo más claras posibles.
Hay algunas estructuras en el español  que son complejísimas incluso para sus nativos y hasta para los lingüistas, lo mejor que puede pasar en esos casos es encontrar  la regla... y las exepciones, claro.
Nunca está demas mostrar la gramática con ejercicios inductivos, esas prácticas son ideales, esas reglas que infieres las recordarán mas fácil que las que se le dan en cuadros elaborados por nossotros y permiten permanecer en la comunicación y la negocición entre ellos.
Se debe enseñar una gramática funcional, que vean su uso práctico inmediato y la necesidad de ella en la comunicación inmediata, por eso deben ir seguida de ejercicios pácticos donde  vean que la gramática no es un fin en sí mismo, pero reviste importancia y es necesario su dominio para producir correctamente en la lengua meta. 
Corregir errores si a traves de las reglas, tienen que saber como funcionan los elementos de la lengua, si no han entendido las reglas se verán frustrados en el momento de la corrección. Por eso va bien, recordar la regla y que el aprendiente se autocorrija.
A mi me encanta la gramática española y me realizo profesionalmente cuando logro que mis estudiantes dominan las estructuras aprendidas. He tenido experiencias muy gratificantes con alumnos que han llegado a sentir placer de estudiar gramática española siendo yo su profesora.











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